martes, 10 de noviembre de 2015

PARA MI QUERIDO ANÓNIMO. (PARTE 1)

Lunes.


Me siento un poco nerviosa escribiendo ésto, no sé cómo formular las palabras exactas; nunca me ha sido tan difícil describir lo que siento como ahora. Pero, ¿sabes lo que se siente que tu corazón se hinche de emoción y empiece a palpitar mil veces por segundo? eso es lo que me ocurre cuando mis ojos te alcanzan a observar, así sea de lejos; mis pupilas se dilatan y empieza un torrente sanguíneo más acelerado de lo normal. Me disculpo por esta cursileria que quisiera ahorrármela, pero sencillamente no puedo, es mi alma quien te está hablando a través de estas palabras, y por más que quiera, no puedo evitar que lo haga.

Quiero decirte que te estás convirtiendo en la razón por la que los lunes ya no me parecen tan malos, porque sé que después de un largo fin de semana por fin vuelvo a ver esos ojos expresivos que aniquilan y esa sonrisa que me desarma; Aún no recuerdo en qué momento o en qué sonrisa me empezaste a gustar, pero te aseguro que ésto fue creciendo tanto hasta convertirse en todas esas mariposas que siento ahora en mi estómago.
Me has enseñado a confiar nuevamente en algo que pensé que era imposible para mi, y creo que mereces todos los aplausos del mundo, pues devolviste la esperanza a este corazón que se encontraba aislado de toda clase de sentimientos. Una vez más volvió a ganar el amor, y eso fue gracias a ti.
Aún recuerdo con mucha satisfacción cómo empezó esta historia, una historia de amor relativamente corta pero podría decir que verdadera; porque confío: confío en ti, en mí, en lo nuestro.
Eras el último chico con el que pensaba llegar a una relación, y míranos ahora, venciendo contra todo. Siento que eres sincero, que somos sinceros y que lo que sentimos va más allá de las palabras, los besos, los abrazos y las miradas que nos damos frecuentemente.
Si existiera una palabra que pesara más que un "gracias" te la escribiría, pero creo que no se ha inventado aún...¡GRACIAS! gracias por este sentimiento que has cultivado en mí, por tus abrazos que me reconfortan, por tus besos que me hacen nacer de nuevo, y por tus palabras que me llenan de esperanza.
Sé que, quizá no te lo digo muy seguido, pero la realidad es que me siento orgullosa de ti; estás a tan sólo unos días de iniciar un viaje donde también empezarás a cumplir tus sueños y metas, uno a uno. Para mí eres el mejor y siempre lo seguirás siendo, no perderé la fe que tengo depositada en ti porque sé que no me defraudarás; Será una larga semana cuando no estés conmigo, me he acostumbrado tanto a tu presencia que, tengo miedo si algún día desapareces y no vuelves más, porque no sé cómo haría para seguir adelante sin ti. Eres la primera persona que pienso al despertar y la última antes de dormir. 



Sábado.



Ya han pasado 6 días y mañana será tu viaje a la capital, TU GRAN VIAJE. Pude notar tu miedo al no poder dar todo de ti, noté que no querías simplificar la fe que te tengo al hacer algo menos de lo que eres capaz; pero, mi querido anónimo, NUNCA perderé esa fe en ti. Sé que lo harás excelente, lo siento así; tendrás oponentes difíciles de derribar, pero tú puedes contra todo.

Ya he llegado a casa y te dejé un mensaje, como me lo pediste para que no quedaras preocupado por mí; no sabes cómo me he sentido a tu lado, es algo mágico, va más allá de las palabras.
Quiero darte las gracias una vez más, he pasado un día maravilloso y todo fue por ti...la caminata bajo la lluvia, agarrada de tu mano mientras me abrazabas y hablábamos de tu viaje. Los mil y un besos que nos dimos, todas esas palabras de aliento, aquella limonada, una despedida y un beso, el último beso. 
Flaco de mis ojos, un TE QUIERO ya no es suficiente para describir lo que siento. 
...Es todo por esta semana; no quiero escribir cómo se siente tu ausencia, quiero guardarme todo ésto; quiero que pienses que estoy bien estando lejos, yo aquí voy a estar esperándote. 
Ansío que aquellas letras que te regalé plasmadas en una hoja de papel, sean tus fuerzas y uno de tus motivos para tu competencia. Te extraño, y te extrañaré aún más mañana, el lunes, el martes...y así, hasta que regreses. Espero y tú hagas lo mismo. 



Por siempre tuya, tu chaparrita. 













































No hay comentarios:

Publicar un comentario