domingo, 11 de junio de 2017

UNA CARTA DE GRACIAS.

Gracias por hacer de mi vida una completa mierda desde que te fuiste, gracias por olvidarme tan fácil, gracias por fingirme amor para que luego me engañaras de la forma más canalla que existe. Gracias por ignorarme, por hacerme sentir menos, por incumplir tus promesas, por trapear el piso con mi amor. Gracias por abandonarme, por haberme dejado sola en medio de la nada intentando buscar las piezas de éste corazón que lo volviste migajas. Gracias por hacerme desear nunca haberte conocido para evitar todo éste sufrimiento por ti, por alguien que no lo vale, que no merece ni un minuto de mi llanto. Gracias por haberme hecho sentir miserable, por haber jugado así conmigo, por sentir que nunca podré tener realmente un amor sincero y por tirar mi autoestima por el séptimo subsuelo. Gracias por tantas y tantas noches de llanto que me hacían tener las discusiones contigo, y esas madrugadas en vela pensándote y deseando estar a tu lado; gracias por haber defraudado mi confianza y por burlarte de mí con todas tus acciones. Gracias por tus mentiras, por tus rechazos, por tus excusas y tu mal humor. Gracias porque, indirectamente, me has hecho sentir que no soy suficiente para nadie, que no lleno ningún vacío, si fuese así no me hubieras engañado de ese modo. Gracias por haber hecho que te entregara todo de mí para después largarte y quedarme vacía, sin tener ni puta idea hacia dónde seguir o cómo continuar. Gracias por haberme hecho vivir un amor a medias, donde no daba lo que recibía, donde creí que dando todo de mí sería suficiente...me equivoqué. Para ti nada fue suficiente, sencillamente porque yo no era lo que querías en tu vida; gracias por haberme hecho creer que así lo era. Gracias por haberme hecho perder 27 miserables meses de mi vida contigo, por desaprovechar tantas oportunidades sólo por estar a tu lado. Gracias por enseñarme lo que nunca más debo permitirle a alguien. Gracias por quitarme la inocencia, la ingenuidad, la confianza en las personas, la ternura...gracias por haberme convertido en ésto que soy ahora, en éste monstruo, en esta perra sin corazón que no le importa nada más que fumarse los sentimientos de los demás así como tú lo hiciste conmigo. Me convertiste en esta escoria de persona que no quiere saber nada más que acabar con éste sufrimiento y que se la pasa planeando día a día cómo estar lo más pronto posible 3 metros bajo la tierra. No soy aquella que era antes, cuando me conociste; ahora ni siquiera yo me reconozco, mi reflejo no se ve igual, ahora da miedo. Gracias por haberme hecho creer que estabas incompleto y haberme hecho buscar de todas las formas posibles el modo de llenarte, y eso implicó des completarme a mí, pero no, tú no estabas incompleto, tú lo que estabas era vacío, y mis fichas no eran suficientes. Gracias por abrirme los ojos y darme cuenta que nunca podré competir contra esa perra que se acostó contigo mientras estabas conmigo, no podré competir con lo fácil, porque lo difícil aburre. Gracias infinitas por estaquearme y dejarme a mi suerte mientras tú te diviertes y tienes una vida feliz sin mi. Gracias por tu maldito orgullo y tus ganas de mantenerme lejos cuando ya obtuviste todo lo que quisiste de mí. Gracias por no haber sido igual al resto de idiotas que me lastimaron antes, sí tuviste razón cuando decías que tú serías diferente, que tú no me lastimarías; así es, tú fuiste distinto al resto porque tu fuiste el peor de todos...tú no me lastimaste, tú me mataste.














No hay comentarios:

Publicar un comentario