Hoy, 31 de diciembre del año 2016 debo confesarte que fuiste lo más lindo del año; que si recordara momentos felices la mayoría los viví contigo. Este año conocí cosas de ti que nadie más sabe (21/01/16), te quise, te amé. Te sentí y me sentiste, nos miramos, nos hablamos y nos encontramos. A estas alturas del año sé que nada volverá a ser como antes, que la chica perdida e insegura no volverá a pasearse por aquí otra vez. Que no sólo fuiste y eres mi amor de este año, sino, aún más importante que eso, eres mi novio, mi mejor amigo, mi salvación, mi felicidad, mi vida, mi todo, y eso es algo que no quiero que cambie jamás. Por eso hoy te pido que no te vayas, que te quedes, que seas tú, con tu personalidad, con tus palabras, con tus promesas, con tu sonrisa perfecta, con tu cabello, con tus ojos pero sobre todo tu mirada. No cambies quédate tal cual eres porque así te conocí mejor este año y así es como te amo; por eso, así como llegaste este año te pido que este 2017 que comienza, te quedes, quiero empezarlo y terminarlo juntos, quiero este año y muchos más juntos, quiero una vida entera contigo. Gracias por hacer que este 2016 valiera la pena. Quiero más que un año, más que un momento contigo, quiero un futuro. Por eso esta noche, justo a las doce en punto voy a brindar, brindar por ti, por mí, por nosotros. Brindar por seguir amándote toda la vida. Brindar porque ésto no cambie, porque todo te salga bien, por verte feliz…es mi único deseo verte bien, feliz, triunfando, festejando, que al fin y al cabo si eres feliz, yo soy feliz.
Gracias por cambiar tanto mi vida, por ser mi motor, mi ejemplo, mi novio, mi campeón, mi motivo, mi razón (una razón y un motivo). Gracias por haber estado conmigo cuando me estaba derrumbando, gracias porque por ti he decidido no saltar, no saltar jamás. Pido que Dios te bendiga y te cuide para mí.
JASP.
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