Jueves, 14 de abril de 2022.
Y mi último gesto de amor fue alejarme, ya que tu actitud me lo pedía. No quería, te juro que no quería; intentaba aferrarme a ti con todas mis fuerzas, pero mientras más me aferraba, más querías escapar. No me lo decías, pero me lo demostrabas, así era como se sentía.
Debo decir que me gustaría poder expresarte todo esto a ti, en vez de escribirlo en un lugar donde no lo leerás, pero es que al final solo perdía mi dignidad al decirte lo que sentía, porque nunca tenías nada que decir al respecto. Era como si ya no te importara cómo me sintiera. Siempre era el mismo final, el mismo silencio, la misma respuesta.
Me gustaría pedirte perdón, te juro que nunca quise que las cosas terminaran de esta manera, tan mal; mi intención no era irme de tu vida por una pelea, quería despedirme con amor y con respeto, no así. Pero ni modo, no siempre las cosas salen como uno las desea, si eso fuera así tú y yo seguiríamos juntos, porque eso era lo que más deseaba. Tengo el corazón añicos por este adiós; ¿recuerdas que alguna vez te dije que ibas a ser la ruptura que más me dolería? No fue falso.
Ojalá nuestra despedida hubiese sido distinta, pero ya no se puede cambiar, porque este tiene que ser el adiós. En el momento en que me fui de tu casa me prometí irme de tu vida, porque no podíamos seguir así, nos estábamos haciendo daño, sobre todo yo; por el amor tan grande que te tengo, me estaba lastimando al no recibir ese mismo amor de tu parte. Estaba mendigando algo que tú ya no me podías dar; tu voz me decía que me amabas pero tus actitudes y acciones me gritaban todo lo contrario, pero quizá por lástima aún tenías viva esa esperanza en mí.
Aunque me duela en el alma, debo aceptar que aquí se terminó todo, ya no hay vuelta atrás. Cada vez que te decía adiós me retumbaba la calma en los costados porque no era adiós, era estoy aquí, era ven a buscarme que solo tú me encuentras; pero al final, era yo misma la que terminaba regresando, quizá por eso te acostumbraste a que siempre estaría ahí sin importar nada, hasta hoy.
La ironía fue que al cumplir una promesa que habíamos hecho desde hace años, fue el mismo día en que todo acabó.
Y quizá pronto encuentres alguien para consolarte, si es que ya no está en tu vida. Y cuando sepa que estás con alguien más me dolerá tanto, pero de lejitos te desearé lo mejor, porque a pesar de todo te lo mereces. No eres una mala persona, todo lo contrario. Mereces ser feliz, al igual que yo. Quería que fuéramos felices juntos pero no soy la persona indicada para ti, ni tú para mí y ahora lo entiendo.
No te mentiré, mi masoquista corazón tiene la esperanza de que algo dentro de ti se moverá al sentirme ausente, y que me buscarás y que lo intentaremos y que esta vez salga bien...pero siempre he tenido las mismas esperanzas antes y nunca se han cumplido, esta vez no será la excepción.
Solo me queda recordarte que en este momento, eres lo que más amo y por eso mismo te dejo ir, me alejo de ti para no seguir en este ciclo absurdo de querer algo que ya se nos escapó de las manos. Me alejo de ti antes de herirnos más, antes de terminar odiándonos, porque no quiero manchar este amor que siento por ti con otros sentimientos. Me alejo de ti y me quedo con todo el amor que te tengo.
No sé qué estés pensando en este momento, si pienses que solo fue una pelea más o si también te lo tomaste a despedida, como yo. Como sea, este es mi último adiós porque no te puedo seguir reteniendo y no puedo seguir despidiéndome cada nada, pues como dicen por ahí, el que mucho se despide es porque poco quiere irse y cuánta razón tienen. No me quiero ir, yo quiero quedarme, lo anhelo con todas mis fuerzas, pero no puedo quedarme en un sitio donde ya no soy bien recibida.
Mi sol, ojitos bonitos, mi trébol de cuatro hojas...adiós, adiós, adiós amor de mi vida. Y sí, voy a extrañarte todo el tiempo, voy a pensarte a cada instante pues sé que nunca habrá un consuelo que me aleje de quererte si he sabido qué es amarte. Espero que tú tampoco guardes rencor ni resentimiento por mí. Que me recuerdes con amor, como lo haré yo todos los días, toda la vida.
Aún tuya, muy tuya.
E.
No hay comentarios:
Publicar un comentario